jueves, 30 de junio de 2011

Sonrisa

Una sonrisa puede convertir un momento casi triste en una instancia de felicidad. Y es que hay sonrisas, como las que me he encontrado en estos últimos meses, que a uno le inspiran a creer, a tener esperanza en la vida, en el amor y en cada uno de esos hermosos detalles que Dios nos ha dado para administrar en esta tierra.

Una sonrisa, combinada con unos bellos ojos, ojos llenos de vida, puede llevarlo a uno a creer que esta cerca del Paraíso...o me equivoco? Y es que hay, y disculpen la redundancia, sonrisas que son dulces caricias de Dios. Y que jamás deben desparecer, pues le dan ese toque a la vida que uno busca.

Que bonita sonrisa tienes.

jueves, 16 de junio de 2011

¿Libretita?

"Las cosas bonitas del mundo siempre están ahí, sólo que hemos dejado de pensar en ellas, por eso es que ya no las vemos"

Con esa frase es que Alex terminó de leer aquel cuaderno que encontró en el cuarto de su abuelito. Un cuaderno cuyas hojas amarillas y sin algún título asemejaban una simple libretita de anotaciones; y que Alex estuvo a punto de desechar; pero tal vez el aliento aún vivo de su abuelo en aquella casa lo incitó a darle una hojeada. Y si que después se daría cuenta que salvó un gran tesoro familiar.

Aquel cuaderno era una compilación de frases que su abuelo había escrito durante muchos años, y que guardaba con mucho celo, y sólo lo mostraba a su querida Ana; su esposa, quien se le adelantó 4 meses antes en su camino al cielo. Y es que la única persona que podía leer esas anotaciones tenía que ser la esposa, pues el setenta por ciento de las frases o escritos eran de amor, y todos eran para su amada mujer.

"Dulce caricia de Dios", "Mi adorado detalle del mundo", "Mi más dulce esperanza".... Son algunas de las frases que sin tener que leerlas dos veces se quedaron en la mente de Alex. Y es así que él intenta descubrir, buscando más cosas de su abuelo, que es lo que llevó a este hombre a amar tanto a esta mujer, con quien vivió más de 60 años; y que, según le contó su propio padre, nunca le falto el respeto, pues siempre la trato como la madre de sus hijos, la esposa, y al reina de su casa.

Alex no encontró grandes hazañas de su abuelo por conquistar el corazón de su abuelita, cuando ellos fueron jóvenes. No hubo peleas con otros galanes, no hubo raptos de la casa de los suegros, no hubo rompimientos, ni trágicas escenas de amor que terminaran en un mar de lágrimas. Nada de eso, clásicos en las novelas de película, fueron parte de esa bella historia de amor.

Solamente encontró en muchos de lo textos ese deseo de su abuelo de ser digno del amor de su esposa, para lo cual- según cuenta en sus escritos- cada día al despertar, rezaba para poder ser fiel a ese amor, luchando constantemente por conquistarla a diario, y convertir la vida de su mujer en una gran escena de esperanza por vivir cada día más. Pues es la esperanza la que mueve a actuar al hombre. Pero esta ha de estar basada en el más sincero de los sentimientos: el amor. Y es que..."el amor es comunicación, es donarte, una entrega sin condiciones, solidaridad y apertura cálida".